Si estás leyendo esto, es muy probable que estés en la cima de tu carrera en tu puesto actual. Puede que incluso te hayan ascendido al puesto o que estés empezando tu carrera. En cualquier caso, hay una cosa en la que todos estamos de acuerdo: Para ganar más medallas, hay que ser capaz de avanzar más allá de lo necesario en cada momento y pensar en una visión más amplia. Ganar una medalla no siempre va a ser fácil. Con un número cada vez mayor de jugadores que compiten en todo tipo de deportes, desde el fútbol hasta el tiro con arco, las ferias de ciencias y la búsqueda de talentos tienen lugar ahora en todo el mundo, por lo que no siempre es fácil para todos destacar. Sin embargo, con un poco de preparación y reflexión sobre cómo atacar cualquier nuevo reto que se presente, no tiene por qué ser tan difícil como se piensa.
Entrena para pensar, no para estar físicamente en forma.
Cuando pensamos en lo que se necesita para ganar una medalla, a menudo nos centramos inmediatamente en la estrategia de entrenamiento y la forma física. Aunque ambas son importantes y pueden ayudarte a mejorar en ciertas áreas, el primer paso es entrenar tu cerebro. Los atletas de éxito siempre han sido maestros del juego mental. La capacidad de mantener la concentración, pensar estratégicamente y visualizar un resultado son vitales para el éxito. Sin embargo, si no estás físicamente en forma, te va a costar ganar. Sin embargo, si estás en forma y eres capaz de entrenar tu cerebro, tendrás más probabilidades de triunfar. El entrenamiento de la mente no sólo le ayudará a tener éxito, sino que también le convertirá en un atleta mucho mejor. Hay una razón por la que los atletas de élite suelen ser personas silenciosas y la razón es sencilla: Están tan concentrados en lo que hacen que no tienen tiempo para distraerse. Entender esto y entrenar tus habilidades mentales te llevará al siguiente nivel en tu carrera.
No tengas miedo de pedir opiniones
Cuando estás empezando tu carrera hay mucho que averiguar. Hay muchas cosas nuevas y emocionantes que probar y hay mucho que aprender. La mejor manera de aprender suele ser pedir consejo o que alguien te guíe en tus próximos pasos. No tiene por qué ser una persona de tu departamento o de la dirección. Puede ser un consultor interno, un directivo de otra parte de la empresa o incluso un cliente. Asegúrate de acudir a quienes hayan tenido éxito en su campo o tengan más experiencia que tú. No todo el mundo va a estar tan abierto a dar consejos como esperas, pero si te pones en contacto con ellos te abrirás a nuevas oportunidades y recibirás sugerencias sobre cómo avanzar. También es importante recordar que no todo el mundo quiere ayudarte, pero siendo abierto puedes demostrar que estás dispuesto a escuchar y pedir ayuda cuando la necesites.
Trabajar en red como si se tratara de un negocio
La creación de redes es una parte importante de muchas carreras, pero a menudo parece ser algo que ocurre después de haber estado en una organización durante un tiempo. Esto puede ser cierto, pero la mejor manera de establecer una red de contactos es empezar ahora. Haz una red de contactos como si fueras a hacer negocios. Dedica tiempo a conocer a tus compañeros de trabajo y averigua a qué eventos tienen previsto asistir, cuáles son sus pasiones fuera del trabajo y cómo puedes ayudarles a alcanzar sus objetivos. Este tipo de contactos muestra a la gente que te preocupas por ellos como personas y no sólo como empleados. Es importante demostrar que te importa lo suficiente como para hacer un esfuerzo por ayudar a otra persona. Este tipo de contactos muestra a la gente que te preocupas lo suficiente como para salir de tu camino y ayudar a otra persona, lo que sólo servirá para ayudarte a ti en el futuro.
Lánzate de cabeza a un nuevo proyecto o tarea y no tengas miedo a fracasar.
Al fin y al cabo, lo que pretendemos conseguir no es fácil. No se va a conseguir en un día o en una reunión. Va a requerir tiempo y esfuerzo, pero es posible dejar huella. Habrá momentos en los que te enfrentes a un reto que parezca insuperable y puede ser fácil dejar que eso te desanime. Recuerda que eres uno de los pocos elegidos y que tienes la oportunidad de marcar la diferencia y cambiar el mundo a mejor. Puede que no lo parezca, pero puedes marcar la diferencia.
Hazte responsable de tus objetivos y sabe cuándo los estás logrando.
Cuando se trata de ganar una medalla, no importa lo mucho que entrenes tu cuerpo o la forma física que tengas, si el cerebro no funciona a pleno rendimiento, es imposible ganar. Si ves que no te mantienes centrado en tus objetivos, o que te cuesta alcanzarlos, es importante que des un paso atrás y reevalúes cómo estás enfocando tu objetivo. Es importante entender que ganar una medalla no siempre es fácil y que no se va a conseguir de la noche a la mañana. Es importante saber que va a llevar tiempo y es importante mantenerse centrado en el objetivo.
Conclusión
No hay mejor sensación que alcanzar la cima, y no hay mejor manera de hacerlo que ganando una medalla. Aunque no es fácil, es posible conseguirlo con la preparación, la mentalidad y la determinación adecuadas. Si te pones a trabajar ahora, puedes asegurarte de que estás preparado para cualquier reto que se te presente. También puedes estar seguro de que estás preparado para los retos que te esperan en tu carrera